Después de la Vía Verde de Olvera, pensamos en buscar otra ruta que fuera posible compaginar las dos aficiones de nuestros socios el ciclismo y el senderismo. Y ahí fue cuando nuestro buen amigo Juan,  nos orientó hacia Grazalema. Un lugar espectacular para el senderismo y con unos de los mejores puertos de montaña para subir con bicicleta de carretera, el puerto de las Palomas.

 

 

     Para el grupo senderista busco la ruta circular: Grazalema-Dornajo-Charca Verde-Grazalema, dificultad media con una distancia de 17 km y un tiempo estimado de 6 horas.

     Ante la cercanía a las fechas estivales se pensó en no demorar más y se pensó en el día 8 de Junio, donde intentamos salir a las 7:30 AM, con escaso éxito.

     El viaje fue bastante cómodo en general pues en más o menos una hora y media estamos en Grazalema no sin antes comprobar la pericia del conductor del autobús de Millán que fue la empresa encargada para este viaje.

    El autobús nos dejó en el aparcamiento del Camping Tajo Rodillo, donde hicimos la foto de grupo la mayor parte eran senderistas, veintinueve y  cuatro ciclistas.

      Desde ahí se tomó la salida en dirección a la carretera A-372 que va hacia Benamahoma y El Bosque. Una vez pasado el campo de fútbol entramos en un sendero llamado Camino de los Charcones que está bien señalizado y con buen piso, con una vegetación frondosa, que va paralelo a la citada carretera y junto al río Guadalete, hasta llegar al Puerto del Boyar donde hay un aparcamiento y una fuente. A partir de aquí atravesamos la primera angarilla o puerta que recuerdan que ha de cerrarse por existir animales sueltos. Aquí empezó una subida hacia el puerto de las Presillas. En esta subida tenemos una magnifica vista de la Sierra del Pinar del  cielo y las nubes rozando sus crestas. También se puede observar los pantanos de Zahara de la Sierra y Bornos.

A partir de ahí el terreno se hace más grato llaneando hasta llegar a una bifurcación señalizada donde hicimos la segunda parada para reponernos de la subida. Desde aquí se puede ir a Grazalema por el llano del Endrinal 3.2 km marca, en esta zona el paisaje es abrupto y con escasez de arbolado.

Atravesamos un muro de piedra seca que forma un inmenso corral con otra angarilla que volvimos a dejar cerrada. Para ir bajando hacia las ruinas de la casa Dornajo es aquí donde aparecen unos ejemplares increíbles de encinas y quejigos de anárquicas formas y grandes tamaños protegidos de un verdín que nos hace una idea de las lluvias y humedad de la zona, a pesar de la cercanía del estío. En unos de ello nuestra compañera María se sentó para descansar donde fuimos recibidos por un lagarto verde que voló a lo más alto de estos quejigos.

El día seguía con una fresca brisa que hacia agradable el paseo llegando a unas paredes en  ruinas de lo que se conoce como Casa del Dornajo, seguimos bajando hasta llegar a una fuente con tres pilares de piedra labrada que sirven de abrevadero para los animales. En este punto decidimos descansar de nuevo y disfrutar del entorno.

Retornando de nuevo a la Casa Dornajo atravesamos una zona donde los quejigos y encinas tomaban las formas más variopintas, desafiando la gravedad con grandísimos brazos y troncos inabarcables. A partir de aquí nos llevamos la primera sorpresa de la ruta una subida de casi 100 mts por una zona que comienza por un gran desprendimiento de rocas para terminar subiendo por una pared de rocas, creo que lo llaman el circo de Dornajo (Los Navazuelos). Quizás este fue el tramo más exigente. En lo alto tras reponernos y contemplar el paisaje volvimos a cruzar la tercera y última de las angarillas que tuvimos que atravesar. De nuevo el trazado se hacía más cómodo y llevadero con árboles que resguardarse del sol que ya siendo mediodía se agradece.

    Entramos en un pequeño valle dejando a la izquierda los picos del Simancón y el Reloj, hasta llegar a las Charca Verde, esta no es natural sino construida por el hombre para que abreve el ganado y justo al lado hay un pozo cercado con mallas y tosca piedras. Aquí es donde realizamos la última parada para descansar, desde ahí teníamos una excelente perspectiva del pico El Reloj  1535 más.

Comenzamos un descenso por senderos con bastantes piedras sueltas, que lo mismo  estaba cubierto por un pequeño encinar, que de pronto se quedaba descubierto, con imágenes muy parecidas al Torcal de Antequera (Kárstico). Desde estas cotas se divisa perfectamente la Sierra de Libar y en días claros como este hasta Sierra Nevada.

El último tramo se hizo bastante pesado al realizarlo del tirón, sin apenas paradas para descansar ya que se nos hizo tarde para la hora acordada de llegada. Esta zona estaba mejor señalizada, zona de pinos, con bastante trabajo de limpieza y conservación.

Desde su privilegiada posición nos vimos observados, por un ejemplar de cabra montés que tímidamente se asomaba para controlar nuestro caminar hasta desaparecer de su territorio.

Aunque el entorno era muy agradable, el camino seguía lleno de piedras sueltas que dificultaban bastante la ruta.

Por fin llegamos a la primera bifurcación que para nuestro regocijo indicaba Grazalema 1.5 km, Villaluenga del Rosario 12 km y Tajo del Rodillo (Camping) 1.8 km. Nuestro gozo en un pozo, por ahí no era.

Tomamos dirección por el Llano del Endrinal hacia la falda del Peñón Grande donde estaba ubicado el poste baliza con las direcciones mirador Puerto del Boyar 3.4 Km, Camping Tajo Rodillo 1 Km y Grazalema 2 Km. Desde allí bajando por un zigzagueante y camino llegamos al Camping de Tajo Rodillo donde nos esperaba el autobús, cuyo conductor  amablemente nos acompañó hasta  Grazalema. 

 

Fotos: