Esta es la crónica ofrecida por nuestro amigo Fran Gómez, gracias por compartirla. En esta prueba tambien participaron los socios del club: Juan Pablo Ramirez, Miguel Rivero y Juanmi Rivero.

Agradecer a la Federación Andaluza de Ciclismo las fotos y felicitarles por las labores de promoción de este deporte.

 

 

    Segundo día y segunda prueba consecutiva, hoy en Alora. Con un trazado de 68 kilómetros y 1654 metros de desnivel en subida. Y un dia que ha estado llovizneando preparándonos para una fiestecita sorpresa por ahí arriba.

    Así pues se comienza el tramo neutralizado muy despacito para evitar caídas innecesarias sobre suelo mojado. Y yo en primera fila del pelotón, charlando con algunos de los cracks que muy pronto dejaría de ver. El inicio tan relajado hace que tarde un poco más en tomar ritmo, pero llegados a la subida del puente del AVE, la cosa marcha y voy pasando gente a buen ritmo. Así alcanzo a un crack de esto con algunas vueltas por etapas a su espalda, la cual era una buena rueda a seguir y así hago en la subida completa, que hacemos rápido. Lo pierdo en la bajada, y ya después en el llano me cuesta enlazar con el grupo delantero cosa que hago con algunas unidades rezagadas.

    Pero es en Bermejo, kilómetro 25, donde comienza la larga subida a Sierra Agua, con un tramo técnico de mucho desnivel en el cual mi pulso que debería estar disparado, se encuentra fijado en 143 pulsaciones y de ahí no sube más. Solo cuando comía, éste subía algo para pasados unos minutos volver a los 143. Vamos que se acabo la gasolina y quedaba mucha carrera aún. Así que había que seguir como fuera, y más aún cuando vuelvo a ver a este corredor a 50 metros, pero durante mucho no soy capaz de darle alcance. Solo lo hago, cuando me alcanzan a mi otros dos corredores con buen ritmo y echándole corage y sufrimiento voy a no dejarlos escapar. Y una vez cazado, vamos los cuatro juntos en lo que resta de subida, todo el llaneo y la primera parte de la subida final a los molinos, donde ya empieza a darme problemas el cambio trasero porque la cadena salta repetidas veces entre piñones, lo que me hace tener que afrontar los repechos de forma más pausada.

 

    Llego a la trialera, la cual afronto muy bien de entrada, pero luego veo que es un barrizal tremendo, que la bici se desliza sola por ese estrecho sendero y resulta peligroso por la gran caída libre al margen izquierdo. Así pues, decido ir a pie, pero pronto se hace impracticable con grandes cantidades de barro adosado a toda la bici, tanto como para inaugurar varias tiendas de souvenirs, jajaja! Las ruedas son donuts gigantes, en la horquilla tengo un balón de futbol, al igual que en la transmisión y vaina trasera, arrastrando todo lo que encuentra a su paso, incluso piedras que podían fracturar el cuadro si no se retiraban. Frenándola de tal manera que se clavaba la rueda en el suelo y ella sola daba la vuelta de campana. Pero la opción de echarse la bici al hombro tampoco era la más indicada puesto que ésta pesaba como 20 kilos o más. Así que lo único era quitar barro poco a poco e intentar rodar, lo que se pudiera, sin cadena, porque ésta no encajaba y se salía. Y también sin anclarse los pedales. Así los durante 2 kilómetros de longitud del sendero. Una vez abajo, proseguían los mismos problemas y la horquilla tampoco respondía. Así que poquito a poco, rodando con cuidado de no partir cadena y con los anteriormente citados problemas en el cassette, lo único que había que hacer era terminar. Y así hice, incluso mejorando marcas de pasadas ediciones en la subida del Berrón y la de entrada al pueblo.

 

   

 

Finalmente, 4:03h en completar el recorrido, a 17,3 km/h. Pulso medio de 134 y 158 máximo. Y clasificando el 110 y 38 en mi categoria, más o menos en mi línea, pese a todo. Pero mal sabor de boca me deja el hecho que hice toda la carrera con el corredor de la ABR y éste hizo 65 de la general y empleo 23 minutos menos que yo. Sin embargo, al mismo tiempo me hace pensar que ha sido muy buena carrera por mi parte, pese a todo porque él venía fresco y yo castigado y sin gasolina, ya que la gasté el día anterior en Villanueva del Trabuco. ¿Como hubiese ido todo de haber tenido carrera en seco y sin el desgaste previo por mi parte? Pues nunca se sabrá, pero así ha sido y así lo cuento.