En esta ocasión, he realizado la Marcha Cicloturista Martinez Oliver en Gérgal, Almería. Se trata de una marcha que engaña por sus sólo 113 kilómetros de recorrido, en los que se suben 3 puertos, el Alto de Castro, Velefique y Calar Alto, pero suman 3100 metros de desnivel positivo. Y lo más escalofriante, son 2900 en sólo 79 kilómetros.
El primer puerto, fui en un grupo en segunda línea, para no forzar excesivamente tratando de mantenerme donde no me corresponde. Pero en la bajada en mitad del puerto se me fue el grupo y a partir de ahí en solitario sin ver a nadie en muchos kilómetros, hasta que empiezo a adelantar gente en las durísimas rampas de Velefique, que también subo muy bien.
Se corona, tramo de llaneo para llegar al desvío de Tetilla de Bacares y a bajar a Bacares y sin descanso, llega el plato fuerte del día, Calar Alto, un puerto que sube a más de 2100 de altitud y que tiene tres tramos diferenciados, el Collado del Ramal, hasta el desvío a Serón, durísimo, sobre todo a partir de encontrarte la señal del 10% de desnivel, que es lo mínimo que te encuentras, lo normal un 12-14 y hasta el 16% de manera continuada durante unos tres kilómetros, luego viene un descansillo al 8% y otro par de kilómetros para coronar el Collado en los dobles dígitos. En esta primera parte, voy reservando siendo conocedor del terreno. A continuación viene el Collado de Venta Luisa, aquí los dobles dígitos, si son puntuales, lo normal, un 6-9%, con tramos en la parte final, después de pasar el desvío a Gérgal, más suaves, incluso un par de ellos en descenso. Donde comienzo a apretar, pero tras el segundo repecho a plato, llegan los calambres, de forma que hay que volver al platillo y echarle paciencia, pero no siendo eso suficiente, no me queda otra que tener que pararme en algunas ocasiones. Situación que se agravaría en la última parte de la ascensión, un cruce de carreteras, giro a derecha, y nos encontramos un asfalto de peor calidad y una calzada más estrecha para subir a los telescopios de Calar Alto, con un primer kilómetro muy duro, donde me tuve que detener más seriamente para darle un respiro a esos músculos acalambrados, pasándome un nutrido grupo de ciclistas. Después otro tramo de falso llano y bajada y luego el repecho final para coronar el puerto en los telescopios.
Y a partir de aquí 25 kilómetros de bajada, los primeros con varios repechos, antes de comenzar a bajar realmente y luego hacia la mitad, un repecho más serio de un kilómetro. Y tras concluir, restan unos 10 a la meta de Gérgal de llaneo.
Al final, he invertido 4:36 horas, restándole 46 minutos al crono de 2015. Y quedando el 71 de 288 que finalizaron la ruta larga. Así que pese a todo, satisfecho por el resultado. A por la siguiente…
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